La luz es un tipo de radiación electromagnética. Los láseres que empleamos en medicina son fuentes de luz pero con unas determinadas características. Se trata de una luz monocromática, coherente, unidireccional y de alta brillantez, estas características la diferencian de la luz convencional.
El objetivo al utilizar estas fuentes de luz es conseguir la interacción de la luz con el tejido, para obtener el efecto deseado. Fundamentalmente esta interacción consiste en transmitir un calor al tejido, el efecto fototérmico.